Un poco de historia…

Me gustaron los colores vivos del tríptico explicativo del Palacio.

Cuando de pequeña me preguntaban que qué quería ser, yo contestaba que arqueóloga, actriz o petitsera (Petits era el nombre de una de las tiendas de ropa de mis padres). Supongo que contestaría arqueóloga por el síndrome de encantamiento que sufro en museos, viendo documentales de historia/egiptología o deseando entrar en casas abandonadas o palacios que en su día tenían una vida dentro tan distina a la que tenemos hoy.

Vista parcial de la Sala de los Espejos del Palacio de Versalles

A vista de Oca…

Imaginarse historias y hacerse un planning mental de lo que allí pasaba es mágico, aunque no resulta sino difícil hacerlo entre decenas de personas alrededor, ¿me dejáis la próxima vez el Palacio para visita privada?

Y como no la vi en su momento, ahora estoy deseando ver María Antonieta, de Sofia Coppola/Kirsten Dunst.

«!Que coman pasteles!»

Blusa de seda color camel de ZARA (SS ’10)

Shorts de lino de Pimkie (¿?)

Sandalias de esparto de una tienda de Reus (¿?)

Bolso de Misako (SS ’10)

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De básico masculino por tradición al que ha sido uno de los must-have de este verano.

Es un sombrero de fieltro tradicionalmente gris o negro, que debe su nombre a Borsalino, una importante empresa de vestuario de Alessandria (Italia) que lo inventó.

Giuseppe Borsalino

Borsalino se dedica además a la producción de bicicletas pasadas de moda (pasadas de moda para wikipedia, para mí, véase vintage), perfumes, sombreros, cascos, ternos y corbatas, además de los tradicionales sombreros.

Hay que diferenciar entre borsalino y panameño -o sombrero panamá-. El panameño es un sombrero de tipo y forma borsalino con la diferencia de que éste último está hecho con tiras de paja teñidas – o no – y entrelazadas.

El sombrero panamá es más habitual del verano:

panama